Eran las siete de la tarde cuando los pequeños/as de cinco años, ataviados con sus birretes y bandas, comenzaron a desfilar con gracia y alegría, por la que para ellos resultó ser una larga alfombra roja. Justo al entrar fueron fotografiados delante del simpático photocall que se preparó para este evento y a continuación pasaron a la sala, donde impacientemente esperaron a que sus papis, mamis y familiares ocuparan sus asientos. Pasaban las siete y media y tras un retraso que se produjo por circunstancias ajenas a nuestra organización y por el que de nuevo, volvemos a agradecer la paciencia que tuvieron las familias, cuando por fin dio comienzo la ceremonia.
Fue la marcha nº 1 del compositor Edward Elgar, conocida como el “Himno de graduación”, la que nos acompañó durante toda la ceremonia, junto con efectos visuales proyectados en la pantalla del teatro.
Tras un breve pero afectuoso discurso de la Presidenta de este AMPA, en el que no sólo daba la bienvenida a todos los asistentes, sino que agradecía la dedicación, el esfuerzo y la complicidad obtenida con los docentes de esta etapa, fue Mª José Hidalgo unas de las tres tutoras de cinco años, la que en nombre de sus compañeras, dedicó unas cálidas y tiernas palabras a los alumn@s, emocionando a muchos de los presentes.
A continuación se comenzó a nombrar y entregar los diplomas y de uno en uno, fueron apareciendo en el escenario los graduados, que iban recogiendo su pergamino y ocupando un lugar en el escenario y fue tras este acto cuando l@s alumn@s cantaron el himno de infantil, acompañados por la guitarra de Esperanza, Directora del centro, dando por concluida así la ceremonia.
Marcaba ya las ocho y media de la tarde cuando eran ahora l@s alumn@s de sexto los que hacían uso de la alfombra roja, con elegancia y sencillez posaron en el photocall y la sala comenzaba a teñirse de blanco y negro, blanco por sus vestiduras y negro por sus birretes.
Ni siquiera la música clásica que se escuchó tímidamente en la sala, pudo aplacar los nervios de los jóvenes, mientras esperaban a que sus familiares, se acomodaran en sus asientos.
A la hora estipulada dio comienzo esta segunda ceremonia, donde nuevamente se escuchó la marcha nº 1 de Edward Elgar, dando así paso al discurso de Sonia Rodríguez, presidenta del AMPA, que no tenía más que palabras de agradecimientos al equipo docente, de enhorabuena, ánimo y motivación a nuestros alumn@s y también de sosiego para los padres que veían como sus hij@s, aquell@s que entraron con sólo tres añitos, dejaban atrás la etapa del cole y de la más pura infancia.
Fue tras estas palabras, cuando se dirigió al atril, la querida y conocida Rocío Ojeda, tutora de uno de los sextos, fue el momento más emotivo que se vivió allí, pues Rocío, como algo excepcional, ha acompañado a est@s niñ@s desde que comenzaran sus andaduras en primaria, desde primero a sexto. Contó más de una anécdota que provoco, lágrimas de emoción, añoranza y alegría.
Inundándosele los ojos, le fue muy complicado terminar sus palabras y lo hizo gracias a un caluroso aplauso de todo el aforo, que no dudo en gritar palabras de ánimo y cariño.
Tras ese aplauso, l@s alumn@s, familiares y docentes, pudieron disfrutar de un video memorable, en el que se vieron en edades diferentes, desde que comenzaran el cole hasta la actualidad, se vivieron momentos de risas y lágrimas entre ellos.
Y por fin llegó el momento, de cuatro en cuatro, subieron al escenario y por el grupo de docentes que allí estaban, incluidos l@s maestr@s que tuvieron en infantil, se les fue colocando, la banda y entregando su diploma.
Al finalizar este acto solemne, subieron por clases, se hicieron sus fotos respectivas de grupo con sus tutoras y en el caso de sexto C, fueron el alumno, Juan Carlos y la alumna María los que dedicaron palabras en nombre de sus compañeros a su Seño Rocío, nuevamente hizo acto de presencia las lágrimas en la sala.
Con una foto de los tres sextos en el escenario, dio comienzo el himno de graduación cantado a capela por tod@s l@ alumn@s, lanzando sus birretes al aire al termino del mismo.
Con felicitaciones, abrazos, y fotos, muchas fotos, fueron saliendo de la sala para unirse a la celebración de la que ya estaban disfrutando los padres y familiares de l@s alumn@s de cinco años.
Maravillosa la convivencia y la celebración que allí tuvo lugar, se respiró respeto, alegría y satisfacción. Como broche de oro, pudimos disfrutar de unos fuegos artificiales que no esperábamos pero que iluminaron el cielo y los ojos de todos los allí presente.
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